Es un bosque. Su cuerpo mi refugio. Un bosque sin domar para mí, y me hundo entre sus ramas y me sumerjo en la espesura. Cómo bailo en el pantano con dos ojos que miran hacia dentro, cómo bailo. Y acaricio sus tallos, húmeda dureza, y cómo bailo. El agua tibia que se derrama en delicados riachuelos que me pasan por las líneas del cuerpo, frío. Pero el agua tibia. El viento en el pelo, como el soplido suave que huele a fresas. Corro desnuda sin cáscara, sola en el bosque, mi bosque, mi animal, ruge para mí.

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